La
medicina regenerativa estudia diversas estrategias para reemplazar
funciones biológicas dañadas en el organismo. Una de ellas propone
la administración de fármacos para rejuvenecer las poblaciones
de células madre adultas y frenar así el envejecimiento de los
tejidos.
La
terapia celular constituye otra opción. Se basa en sustituir las
células perdidas por otras que se obtienen del propio paciente y se
reprograman o transdiferencian en el laboratorio para su posterior
trasplante. También se examina la posibilidad de producir órganos
enteros en el laboratorio, a partir de biosoportes tridimensionales
repoblados con distintos tipos celulares.
En la
actualidad, la mayoría de las terapias celulares se
realizan con células madre de la sangre. El resto de los
tratamientos con células madre se hallan en fase de ensayo
clínico.